Aquí la tenéis infieles, una auténtica Diosa consagrando un templo otrora dedicado al Dios de los cristianos!!!
En el mismo corazón del imperio Austrohúngaro, la fuerza, divinidad y belleza que emana de su aura os recordará por siempre vuestra triste y desvirtuada condición de simples mortales.
Gozad, regocijaos y sed testigos de la gloria de las auténticas hijas de Odín:
En este otro vídeo podéis contemplar como su majestuosa presencia irradia la luz de la inmortalidad y aturde a todos aquellos que la contemplan por primera vez en este vuestro mundo sin honor y conformista. Vemos cómo Sarah se materializa en algún lugar del páramo helado, hogar de los valientes, allá en los hielos eternos de Asgaard.