domingo, 28 de febrero de 2010

A SHOCKING NEW MUSICAL STYLE !!!

¡¡¡ JAJAJA !!!

Lo siento míseros mortales, pero no voy a dejar pasar la ocasión, ahora que estoy liberado de mis quehaceres cotidianos, de compartir con vosotros un nuevo descubrimiento musical, sin duda uno de los más sorprendentes y agradables de mis últimos tiempos.

Os aseguro que no habeis escuchado nada parecido en lo que a Rock se refiere, al menos no con este descaro, clase y calidad que derrochan estos tíos por los cuatro costados.

Me acabo de hacer con su disco (creo que es el primero que editan con su actual nombre) y es sencillamente GENIAL !!!. Un auténtico soplo de aire fresco a nuestro panorama, que nunca viene mal por cierto. Son unos maestros en lo suyo.

En fin, juzguen ustedes mismos.

Señoras y Señores, desde Hollywood, con todos ustedes:


ROCK SUGAR

Becouse Pop Rocks !!!






Os ha gustado ein ???

viernes, 26 de febrero de 2010

Reflexiones de una semana en blanco II. Lo tuyo es puro teatro.


¿Hola? ¿Hay alguien ahí?Parece que no…

Así que, como no hay nadie para pararme los pies, es el momento de seguir con mis crónicas personales. Esta vez centradas en el mundo del teatro.

Y es curioso que en apenas días haya tenido dos experiencias relacionadas con este mundillo.

La primera fue el estreno de Pornografía, la obra en la que participaba una amiga común de los miembros de este blog. Pero si os acordáis, para no perder el hilo, estábamos con la melancolía y como, para burlarla, cogí un AVE directo de Madrid a Sevilla con el fin de llegar a tiempo al estreno. Lo conseguí in extremis, pero lo disfruté mucho más de lo que pensaba.

No es este el Ave que cogí desde Madrid, pero hubiera molao.

No es que yo sea un entendido en teatro ni mucho menos, y por lo general suelo desconfiar bastante del teatro “alternativo”, pero este montaje me sorprendió para bien. Personajes creíbles y bien construidos, conflictos interesantes y, sobre todo, una inconmensurable labor actoral. Por encima de afinidades personales con los personajes, hay que reconocer que todos, absolutamente todos los actores, hicieron un trabajo genial. Sobre todo, justo es reconocerlo, nuestra amiga, que completó una actuación sorprendente, convirtiéndose desde mi punto de vista en el centro de la función. Así que nada, felicidades a todos y a seguir con los éxitos.

Los actores de Pornografía. A nuestra amiga se le ve por ahí atrás.

La otra experiencia a la que hacía mención vino unos días después, de mano de la misma amiga, que me invitó a acudir al ensayo del montaje que está realizando con un grupo de alumnos del taller de teatro de un instituto de la ciudad. Yo, que parece que no tengo bastante con mis alumnos y mi instituto, acepté encantado. Y no me arrepiento en absoluto. Pasé dos horas la mar de divertidas. No solo por la obra (El Sueño de una Noche de Verano), si no por la espontaneidad de los alumnos y la complicidad que comparten con su profesora. Me quedo con la frase de uno de ellos: “deberíamos hacer una obra de teatro de las clases de teatro”. Yo me sumo con ferviente entusiasmo a la propuesta.

Esto no viene al cuento, pero me da la gana de ponerla. ¡Go, Mazinguer, Go!

Así que nada. Dos experiencias teatrales en una semana. No está mal. Sobre todo porque las circunstancias que las rodearon me hicieron reflexionar sobre ciertas cosas que no tenía demasiado claras. Al final llegué a una conclusión que puede parecer de perogrullo pero que se me olvida con demasiada frecuencia: soy un tío con suerte. Porque me encanta mi trabajo y porque tengo los amigos que tengo.

Ahora me despido y os emplazo a la siguiente y última entrega de estas crónicas, en la que me despacharé a gusto sobre el concierto homenaje a Bon Jovi al que acudimos NvN, Sawwyer y un servidor. Antes os dejo con Gotthard y The Oscar Goes To You, que viene al pelo. Y recordad que os quiere:

TROCK.



jueves, 25 de febrero de 2010

Reflexiones de una semana en blanco I. Madrid.


Soy profesor, eso lo sabéis todos.
Así que tampoco debe ser muy sorprendente el hecho de que ahora mismo esté de vacaciones. Ya me sé la cantinela: hay que ver los profesores, que poco trabajáis y blah, blah, blah...Desde luego, no voy a ser yo el que me queje.

Dos profesores dando el callo en una jornada normal.

El caso es que, para bien o para mal, y por los caprichosos designios de la dispersión territorial, este año he ido a dar con mis académicos huesos en Málaga. Y allí, dios sabe por qué, en pleno febrero hay una semana sin clases. La semana blanca, que le llaman. No es que este año ande yo sobrado de tiempo, y las vacaciones no es que estén siendo propiamente unas vacaciones, pero he descubierto que actualizar el blog me proporciona el respiro mental que necesito. Así que aquí estoy, a punto de contar, para cambiar un poco la dinámica común de este sitio, cómo llevo la semana blanca.

Y a mí qué, podría pensar alguien. Y estaría en su derecho, pero como figuro entre los titulares del blog, me da exactamente igual lo que penséis. Es decir, si estáis leyendo esto es porque queréis, así que al que no le guste que no lo lea.

Veréis, en lo que llevamos de semana, he vivido, al menos, cuatro de las experiencias más bizarras de mi vida. Y que sean bizarras no las eximen de haber sido disfrutables. Que lo han sido. Y mucho. Es solo que han sido eso, raras. Fuera de lo común.

En primer lugar, un viaje a Madrid. Viaje de estudios. Con chavales de Segundo de Bachillerato. O debería decir con chavalas y algún que otro chaval de Segundo de Bachillerato. Quien hablara conmigo en los días previos al viaje sabe que no lo encaraba con placer, precisamente. Pero a posteriori ha resultado ser una experiencia más que agradable. De hecho, lo pasé genial. Y lo bizarro del asunto viene del por qué. O del quién, mejor dicho. Porque si lo pasé tan bien fue gracias a un grupo de alumnos realmente increible: divertidos, inteligentes y maduros (demasiado maduros, quizá, espero que no les pase factura en el futuro). Puede que sea por mi relativa inexperiencia, pero desde luego, nunca pensé conectar tanto con ningún alumno. De cualquier manera, hoy por hoy me siento muy orgulloso de ser su profesor. Además descubrí la estatua del Ángel Caido, en pleno Parque del Retiro, cuya existencia desconocía. La única escultura dedicada al Diablo que se conoce en el mundo, situada exactamente a 666 metros del nivel del mar. Curioso cuando menos.

El Ángel Caido . Como mola.

Claro que el viaje también trajo cosas malas. Entre ellas, la sensación de vacío que me queda siempre que doy por finalizada estas excursiones. Supongo que es diferente con quienes tienen a alguien que les espere. Pero dado que, hoy por hoy, no me cuento entre ellos, cuando la cosa termina y vuelvo a casa me doy de bruces contra la soledad y me embarga una curiosa melancolía. Hace poco vi una entrevista a Jon Bon Jovi en la que decía que lo peor de su trabajo era volver a la habitación del hotel, completamente solo, tras haber estado rodeado de de miles de personas gritando como condenados. Dios me libre de compararme con una estrella del Rock, pero creo que puede ser un ejemplo parecido. Tres días de gritos, risas, cantos, y de sentirte, en cierta manera, como el hermano mayor de tantas personas (porque lo de padre aun me queda muy lejos), y después la soledad. Es, cuando menos, raro. Tanto como para hacer cosas igualmente raras. Como coger un tren y llegar a Sevilla con el tiempo justo de ser recogido por NvN y acudir al estreno de la obra de teatro de una amiga. Pero eso es otra historia que contaré en el siguiente post.

Ahora os dejo con Medina Azahara y Así es Madrid, que viene al pelo para ilustrar el post. Os quiere:

TROCK


martes, 23 de febrero de 2010

Mirando Atrás. Journey. Infinity.


Siguiendo con la nueva filosofía de este nuestro blog, veo adecuado recuperar de tanto en tanto y siempre que uno lo vea necesario, discos que, por el motivo que sea, se han perdido en el transcurrir del tiempo para ofrecerles la segunda oportunidad que sin duda merecen.

Es decir, vamos a hablar de clásicos, reconocidos o no. Claro que se agradecería más que fuera de los primeros, que a los segundos ya nos lo conocemos casi todos.

En esta primera entrada el que suscribe va a hablar de uno de los favoritos de su discografía personal: Infinity, de Journey.


Es posible que ya hayamos dejado claro en alguna que otra ocasión el amor que profesan varios de los miembros de esta comunidad hacia el grupo comercial y AOR por excelencia. Y aunque no tiene por qué ser compartido, ni tan siquiera entendendido, si me atrevo a decir que los de San Francisco (quizá ahora deberíamos decir los de San Francisco y el filipino) tienen una colección de canciones realmente envidiable. Eso sí, como sucede con muchos artistas, su discografía es irregular. Pocos son los discos completos que se le reconocen, y prueba de ello es que el más vendido hasta la fecha es el Greatest Hits que recoge lo esencial de su carrera con Steve Perry.

Sin embargo, soy de la opinión que tienen al menos un gran album. Y no me estoy refiriendo al sobrevalorado Escape. Para mi, el mejor disco de Journey es el primero con Steve Perry: Infinity, del año 1978.

Journey en 1978: Greg Rollie, Steve Perry, Ansley Dumbar, Ross Valory y Neal "11811" Schon.

Infinity marcó el principio de la exitosa carrera del grupo. Es el que más números 1 tiene, pero por alguna razón también es el más injustamente olvidado. Injustamente porque escucharlo es una absoluta delicia. Atrás quedan los devaneos Jazz/Rock de sus primeras grabaciones y lejos está todavía el delirio de radiofórmula que será la base de su sonido en los 80. Aquí Journey despliegan un sonido pop muy setentero, pero que no se aleja de los cánones de este blog gracias a los desvaríos de la guitarra de Neal Schon.

Es un disco de muy fácil escucha. Rápido y disfrutable. Producido por el antiguo productor de Queen, Roy Thomas Baker, deriva desde el pop beatleliano (Anytime, Something To Hide) hasta el hard rock más setentero (Wheel In The Sky). Incluso se permiten algún despliegue cercano al progresivo más propio de la década (mi favorita, Winds Of March). Y por supuesto, tratándose de Journey, también hay baladas (Lights, Opened The Door), en este caso muy alejadas de la ñoñería en la que tan fácilmente caeran más tarde. Son composiciones sencillas en su mayoría, cortas y directas, en las que destaca la musicalidad de todos los miembros del grupo. Habría que mencionar aquí a Steve Perry, por entonces un recién llegado, que hace gala de un timbre alto y suave, casi más propio de una mujer, que casa a la perfección con el sonido Pop que domina la mayoría de las canciones.

En resumen, un disco muy recomendable tanto para los que gusten del pop/rock setentero como para quienes quieran descubrir a unos Journey diferentes. Yo os dejo con una versión en directo de mi canción favorita del disco y me despido hasta la próxima. Os quiere:

Trock.

Canciones:

1. Lights.
2. Feeling That Way.
3. Anytime.
4. La Do Da.
5. Patienly.
6. Wheel In The Sky.
7. Something To Hide.
8. Winds Of March.
9. Can Do.
10. Opened The Door.




El Manifesto Vandenberg III. La Refundación.

Cuenta el Antiguo Testamento que dios ordenó a Moisés golpear una piedra con el bastón.

La finalidad de tan prosaico mandato escondía un trasfondo más poético: según el dictado del señor, que no hay que poner en duda nunca por ser eso, el señor, al hacerlo brotaría agua de la roca. Recordemos que, por entonces, el antiguo Pueblo de Israel se hallaba inmerso en una ardua travesía por el desierto en busca de la Tierra Prometida, así que no iba a venirle mal el refresco. El caso es que, aunque el liberador se permitiera un fatal momento de duda (fatal para él, porque fue castigado a no ver jamás la Tierra Prometida, algo que nos daría pie a disertar sobre el alto concepto de si mismo que tienen los seres omnipotentes, pero claro, ni es el momento ni el lugar...), las cosas sucedieron tal y como lo dijo Yahvé.

Podrían pensar ustedes, lectores ocasionales o fieles seguidores, que en nada concecta la citada parábola con los objetivos de este blog. Y se equivocarían. Porque los sucesos del antiguo Pueblo de Israel son un paralelismo de la situación de los Hijos de Vandenberg. También nosotros salimos de Egipto plenos de esperanzas en los lejanos tiempos de creación de este blog. También nosotros sufrimos la terrible travesía por el desierto: un largo periodo de inactividad en el que perdimos a dos de nuestros miembros. Y también nosotros hemos golpeado la roca para extraer agua. Pero eso sí, nosotros no hemos dudado.

Todo esto viene al caso del comentario encontrado de manera inesperada en el ya lejano Manifiesto Vandenberg, una de las primeras entradas del blog, y del que reproducimos aquí un extracto:

Hola, mi nombre es Fernando. Soy de Bahía Blanca, Argentina, y creo que Adrian Vandenberg fue Whitesnake. Sin él, la banda no es ni la mitad de lo que era, por su buen gusto para tocar, por su sentimiento en cada nota, por su humildad...

Para los Hijos de Vandenberg, este descubrimiento ha sido esencial. No es solo agua. Es maná caido del cielo. Es la prueba que esperábamos de que nuestra labor sirve para algo. Por eso desde aquí llamamos al resurgimiento de nuestro movimiento sobre cimientos más nuevos y sólidos que nunca. Nada se ha perdido, amigos. Al contrario, todo está por ganar. Desde aquí proponemos la nueva regla de nuestra comunidad, para nada extraña a Vandenberg: la Refundación. El empezar de cero aprendiendo de los errores del pasado. Sea este rincón del ciberespacio un lugar de segundas oportunidades, el sitio que abrace y cobije a todos aquellos que por azar del destino ven esfumarse sus esperanzas.

Recoged los sueños rotos, niños perdidos: los Hijos de Vandenberg han vuelto para cuidar de vosotros.

Para eso y para lo que nos de la gana.
Que para eso es nuestro blog.

miércoles, 17 de febrero de 2010

High Fidelity. Valentine´s Day. the Day we´re back again

ROJO SERÁ EL DÍA HASTA EL CAER DEL SOL !!!

Largo camino hemos recorrido desde la última vez que rondamos aquestos páramos !!!

Me alegra de nuevo estar entre vosotros pobres y aún así felices mortales. He sido convocado desde la sima creativa en la que me encontraba inmerso por el susurrante y alozaino lamento de T-Rock. Y no es para menos, pues, como siempre, se ha despachado agusto con el tandem que mejor domina: la melaza y la cecina !!!.

No anden preocupados los verdaderos creyentes, pues le pondré rápida e incontestable réplica.

Intentaré no ceñirme a las típicas. Ahí van mis cinco para ese día tan señalado en la agenda de un Cacique Vikingo como yo:

1.- A Change Is Gonna Come. Seal. Un poco de Soul !!!. La canción con más feeling y clase que me he dignado escuchar en eones. Su versión supera con mucho a la original. Se sale literalmente.

2.- Looking At You, Looking At Me. Gotthard. De su disco de baladas, no es la usual, pero es una de las que más me llegan, como tiene que ser una balada en condiciones, vaya cómo se desgarra la garganta al final el primo Lee. Mucho mejor que cualquiera que hayan incluido en sus discos de estudio, infinitamente.

3.- All In The Name Of Love. Whitesnake. Triste, melancólica, con un toque de resignación. No era su culpa joder !!!. Clase en estado puro. Aún recuerdo la impresión que nos dió a T-Rock y al que escribe la primera escucha del Restless Heart a los 16 años, jajaja !!!

4.- Paseando Por La Mezquita. Medina Azahara. Para mí, quizás, la canción más sentida del grupo. Un clásico en toda regla y con un mensaje que bien podría encajar en la idiosincrasia del tema que nos ha propuesto T-Rock. Tiene un cambio de ritmo maestro, el trabajo de laguitarra irreprochable; y su atmósfera te lleva a una época, a un momento vital, pretérito, al que solo puedes anhelar volver en el estado de ánimo adecuado (T-Rock lo sabe igual que yo...espero).

5.- Feel. Robbie Williams. Su mejor canción sin duda alguna. También ayuda que Daryl Hannah se nos aparezca como una verdadera Walkiria...que por supuesto forma ya parte de mi cohorte. Otro tema con una clase innegable. De un autor, que si bien no es el más escuchado en estos lugares, tiene el magnetismo, calidad y el descaro de los más grandes, tengo que reconocerlo aunque mi padre me reserve el primer lugar para enfrentarme a Fenrirr en el Ragnarok.


HE DICHO


L.V. T-ROCK.

domingo, 14 de febrero de 2010

High Fidelity, el regreso. San Valentín.

Que no. Que por mucho que nos esforcemos, esto no lo levanta ya ni el propio Vandenberg, que se nos apareciera para instarnos a continuar haciendo honor a su nombre. No hay conversación cervecera que valga. Los Hijos de Vandenberg parecen destinados a desaparecer sin dejar más rastro que la caduca fecha de los últimos artículos publicados.

No obstante, en la recién adquirida costumbre de santificar a Belcebú los viernes por la noche (quién quiera entender que entienda), el amigo NvN y un servidor nos empeñamos por enésima vez en darle algo de vidilla al asunto. Él prometió hacer una vuelta por la puerta grande con un High Fidelity dedicado al AOR, pero dado que no hay rastro del mismo, que estoy aburrido en mi exilio, y que hoy es 14 de febrero, he decidido tomar la iniciativa a mi propia manera.

No es que sea de los que celebran el Día de San Valentín, pero sí pienso que no es una mala costumbre que haya un día al año en el que acordarse del Amor. No estoy hablando de regalos superficiales, ni de cenitas de compromiso. Hablo, simplemente, de acordarse del amor. Es por eso que presento aquí mis...tachán, tachán.... Cinco Canciones Para San Valentín.

1.-New Love In Town, de Europe. Incluida en su genial último disco. ACOJONANTE. No encuentro otra palabra para describirla. Es la balada más genial que he escuchado en muchísimo tiempo. Preciosa y llena de fuerza.

2.-Diamond Ring, de Bon Jovi. No es de las más conocidas de este grupo especialista en edulcoradas canciones de amor, pero sí es de las más originales y, posiblemente, de las menos cursis. Acústica, bluesera, sencilla y muy digna. Grande.

3.-Watching Over You, de Thunder. Que me gusta esta canción. Está en el último (en el sentido de definitivo, habría que añadir) disco de los ingleses, y me atrevo a decir que es su mejor canción. La historia de una obsesión con la que, desgraciadamente, me siento terriblemente identificado.

4.-Love Will Keep Us Alive, de The Scorpions. Sé que mis colegas me odiarán por arrebatársela pero es que, ¿cómo iba a dejar pasar la que posiblemente es la mejor balada de Scorpions y, junto a la de Europe, de las mejores de los últimos tiempos? Original y nada cursi. Genial.

5.-I Want To Know What Love Is, de Foreigner. Joder, ¿habrá alguna balada más emocionante que esta? Bien es cierto que puede llegar a cansar, pero si se escucha en el momento adecuado es INSUPERABLE. He dicho. Y me atrevo a proponerla como canción de boda para NvN y aquella cuyo nombre no hay que pronunciar (porque no sé si decir su nombre o ponerle un nick).

Nada, pues ahí está. Espero que mi estela sea continuada y no se pierda como tantas otras veces. Hala, hasta otra. Se despide:

TROCK.