jueves, 25 de agosto de 2011

HARRY POTA… Y YO TAMBIÉN

En este blog de rockeros y jevilones que comen alambre de espino y mean napalm también hay lugar para la magia y la fantasía, y hasta a Harry Potter le podemos hacer un huequecito… para cagarnos en su puta madre por las tres últimas peliculitas de la saga. Por eso vengo a despotricar de las dos últimas partes de la saga del niño mago, “Harry Potter y las Reliquias de la Muerte”.


Hace ya unas semanas que vi la parte final, y nada mas salir del cine ya iba barruntando la reseña. Más bien, iba afilando el cuchillo de carnicero para destrozarla, pero al final, entre pitos y flautas dejé aparcada la reseña. El detonante para que la haya llevado a cabo fue el encontrarme el otro día con NvN, cuyas primeras palabras antes incluso del convencional saludo fue “Menuda puta mierda la última película de Harry Potter. ¡La madre que les parió!”. Ya os podéis imaginar el cuadro, al pobre muchacho se lo llevaban los demonios después de haber realizado una sesión intensiva de cine, visionando las dos últimas partes de la saga del tirón.

Que conste que me gustan los libros de Harry Potter, me los he leído todos y pienso que dentro de las limitaciones como escritora de J.K. Rowling, ha conseguido crear un mundo imaginario de magia cuyas posibilidades son infinitas, pudiendo arrojar multitud de libros de fantasía, pero eso sí, alejados de la figura de Harry Potter, la cuál ya no da para mas.

Hagamos un repaso por la saga cinematográfica:

Tanto “Harry Potter y la piedra filosofal” y “Harry Potter y la cámara secreta” son películas de corte infantil ya que la saga comienza cuando Harry tiene 11 años. Aun así, son realmente entretenidas y divertidas. Las dirigió Chris Columbus, un director experto en el cine con niños y adolescentes, cosa que ha dejado patente durante toda su carrera. Este hombre no tiene una película que sea aburrida.

“Harry Potter y el prisionero de Azkaban”. Se trata sin lugar a dudas de la mejor película de la saga y también del mejor libro. En ambos hay una ambientación más oscura y siniestra, originada por la aparición de unos personajes no menos siniestros como los dementores y el “sádico asesino” Sirius Back, a la postre uno de los personajes más importantes y carismáticos de la saga. También podemos ver que se ha producido una transición en los protagonistas, el paso de niños a adolescentes. Han pegado un estirón, les ha cambiado la voz, ahora tienen pelillos donde antes no lo había, a ellos les han bajado los huevos y a ellas les ha salido el pecho. La saga adquiere un tono más adulto.

Es muy triste que a la mitad de la saga se haya alcanzado ya el máximo de calidad esperado, pero es que esta película puso el listón a un nivel inalcanzable para el resto de películas y directores. Pudiera ser por la historia tan interesante que cuenta con respecto a las anteriores, o bien porque la dirigió Alfonso Cuarón, el caso es que es una película excelente, donde ni siquiera las cargantes actuaciones de los protas pueden hacer mella en el film. Porque eso sí, los niños han ido creciendo durante toda la saga, cosa que no han hecho sus cualidades interpretativas, porque son actores malos de cojones, y tela de cargantes. Al trío protagonista lo colgaba de los pulgares en el palo de mesana. Personalmente, me encanta esta tercera parte y es la que más he visto.

Luego llegamos a “Harry Potter y el cáliz de fuego” y “Harry Potter y la Orden del Fénix”, que no son malas películas, permiten su visionado ofreciéndonos ratos de diversión. Vamos, que cumplen con el expediente de la saga sin irritar excesivamente al espectador. En “El caliz de fuego” es donde Voldemort hace su reaparición de forma corporea y donde tiene su primer enfrentamiento contra Harry. En la siguiente el enfrentamiento será contra Dumbledore en un magnifico derroche de efectos especiales, otro duelo bastante esperado. El punto negativo de estas películas: que empiezan con las pavadas. Los niños, que ya no son tan niños, empiezan a interesarse por las niñas, empiezan con el mamoneo y el ligoteo, y sinceramente, no lo soporto. Los ahorcaba a todos de un pino. ¿Pero que le vamos a hacer? Es comprensible, están en la edad del pavo. Aun así, esos momentos son plomizos y aburridos. “Me gusta ésta”. “No, ahora me gusta aquella”. “No, ya no te quiero”. Al final, Harry, después de tontear con una chavalita acabará siendo el novio de la hermana de su amigo Ron, lo cual me trae a la mente la escena de “La chaqueta metálica” donde el recluta Bufón y el recluta Cowboy están conversando mientras friegan las letrinas:

Recluta Bufón: -...Quiero meterle el nabo a tu hermana...¿Qué aceptas a cambio?
Recluta Cowboy: -...¿Qué ofreces?

Algo similar le tuvo que decir Harry a Ron en la quinta parte para enrollarse con la hermana. Seguramente sea una escena que se quedó en la sala de montaje.

Y llegamos ya a la sexta parte, “Harry Potter y el misterio del príncipe”, el comienzo del fin, la debacle, el estropicio. La peli empieza bien pero acaba mal. Mal no, fatal. Y es que el director Peter Yates comienza a lucirse, y a partir de ahora le llamaremos “El maquina” o “El figura” indistintamente. No todo es culpa suya, también hay que atribuirle parte de la culpa a pequeños cambios en el guión que en realidad no son tan pequeños, como puede ser la escena final de la película. En la película el final introduce pequeños cambios con respecto al libro que no hacen sino perjudicarla enormemente, robándole todo el clímax que se merecía. Explicarlo aquí seria bastante coñazo, solo diré que la cagaron. La cagaron a base de bien. Eso de que Harry se quedara quieto viendo como se cargan a Dumbledore fue un error garrafal. Si yo llego a ser Harry, tiro la varita a tomar por culo y los paso a todos a cuchillo.

Bueno, y lo mejor lo dejamos para el final, “Harry Potter y las reliquias de la muerte parte I y II”. El remate del tomate. Las dos ultimas partes de la saga, dos bodrios como dos castillos. La primera, para empezar, es inconclusa, haciendo esperar al espectador varios meses para ver el final de la saga. Ya vamos mal. Si le van a sacar los cuartos la espectador con una película dividida en dos partes, al menos que no le tengan esperando varios meses para al final ofrecerle una final tan petardo. A esto le unimos varias escenas que son un tostonazo, como la trifulca entre el trío protagonista por temas de amoríos (las pavadas de las que hablaba). Pero es en la segunda parte donde “El figura” da el Do de pecho y consigue que nos caguemos en su puta madre por semejante engendro.

Peter Yates despues de parir su engendro de película.

Hay momentos en los que los efectos especiales son cutres y salchicheros. Se producen modificaciones flagrantes del libro, con verdaderos hachazos a la historia. La peli adolece de falta de grandilocuencia, con momentos carentes de toda intensidad. Personajes que tenían mucha importancia en las anteriores, como Remus Lupin, aquí tienen una presencia casi anecdótica. Y empiezo con los spoilers. Avisados estáis. La historia de amor entre Lupin y Tonks se la pasan por el arco de los cojones, cuando es de lo más interesante que ocurría en el libro y algo que la gente quería ver plasmado en el cine. Y cuando la palman es como si no tuviese relevancia. Ni siquiera se nos muestra en pantalla como mueren. “¡Han muerto Lupin y Tonks! Pues anda y que se jodan.” Unos personajes con mucho peso desde el tercer libro no aparecen ni cinco minutos en la película. Eso es de juzgado de guardia, señores. La forma en la que muere Bellatrix también es tope cutre. Haber dejado que el pobre Neville Longbottom la atravesara con la espada de Gryffindor y así se desquita. Bueno, y el momento en el que Longbottom dice “Voy en busca de Luna para decirle que la quiero” es patético. Me imagino que lo diría en plan “voy a decirle que la quiero a ver si me la follo, como vamos a morir”. Hay que llevar hasta el final esa máxima que dice “A follar, a follar, que el mundo se va a acabar”.

¡Ay que malito estoy!
La última pelicula de Harry Potter me ha revuelto el estómago.

Los enfrentamientos están faltos de chispa y gracia. La manera de morir de Voldemort es penosa, convertido en ceniza. Una cosa buena sí que le veo al enfrentamiento final con Harry, y es que resulta mas largo que en el libro, en el cuál se reduce a un simple cruce de varitas, mientras que aquí se meten de hostias y talegazos a través de todo el castillo. Me encanto el momento en el que lo agarra del cuello y se precipitan al vacío.

Voldemort también se echa las manos a la cabeza
después de ver semejantes bodrios.

La escena del banco de los duendes es de risa. A la salida de la cámara del banco empiezan a morir duendes y seguratas que es cosa mala, y sin venir a cuento (en el libro creo recordar que no moría nadie en esa escena). Oh, y esa escena final en el andén, con esas caracterizaciones de los personajes intentando aparentar que tienen 20 años más. ¡Sublime, maravillosa! Esas caracterizaciones son de Oscar… pero de Oscar Mayer. Parecía que estaba viendo una serie inglesa de los 70. Solo me faltaron los Monty Python. De las escenas más ridículas que he visto. ¿Es que nadie con ojos en la cara se dio cuenta de que esa escena daba vergüenza ajena? Ya podían haber buscado a otros actores para que interpretaran sus versiones adultas.

Seguramente me deje alguna cosa más en el tintero, pero no me voy sin antes comentar que la última parte la mas corta de la saga, ni siquiera llega a las dos horas, cuando el resto de películas superan ampliamente los 120 minutos. Da la sensación de que la querían terminar cuanto antes porque no les daba para más.

¿Pero que mierda de final es éste?

En definitiva, las tres últimas películas de la saga son malas como un dolor, con muy pocos puntos a su favor y muchos en contra, que si a los fans de la saga como yo les pueden llegar a aburrir, hará que los profanos se tiren de los pelos. Une verdadera pena que no hayan sabido darle el final que se merecía al universo de Harry Potter.

Mira niño, me voy a cagar en todo lo sagrado.

4 comentarios:

TRock dijo...

No estoy de acuerdo, querido amigo. Las dos últimas fueron un truñaco considerable, pero esta me ha gustado muuuuuuucho.

Sawwyer dijo...

Coño, menudo tochazo, que raro que NvN no lo haya puesto a parir ya.... A mi me gustan la 1 y la 3, el resto no estando mal no me parecen memorables y prefiero los libros (aunque hayan sido fieles a estos). El trio protagonista a mi si me gusta.

NvN dijo...

Ufffffff...

Esta saga (aunque no responda a ningún mito nórdico, si no Odín los hubiera desmembrao a tós), la cojais por donde la cojais, es una mierda como la pata de un paso, sí señor, como la pata delantera izquierda del paso de misterio de Los Caballos: 7 pelis a cual más mala y aburrida, excepto, y en esto estoy de acuerdo con la mayoría, creo, la tercera, que es donde únicamente se puede ver algo de cine entretenido y bien llevado...el resto es para ahorcar hasta a los del catering.

Y los actores merecen mención aparte:

"... ... ... ... ... ... ... ..."

Hellbringer dijo...

El trio protagonista es inaguantable. De pequeños tenían un pase porque eran eso mismo, pequeños, y no tenían tablas, pero de mayores no los aguanta ni la madre que les parió. Hermione ha pasado de ser una niña repelente a una muchacha insoportable, cuya unica misión es lloriquear y hacer mohines. La funcion la salvan el magnífico elenco de actores ingleses que estan junto a ellos durante toda la saga, porque ahí hay talento a rabiar. Nada más que con Gary Oldman, un actor polifacético que te sirve para un roto y para un descosido, y con Alan Rickman, el magnifico Hans Gruber, se evita que el barco haga aguas por los 4 costados.

La última película es la peor por el simple hecho de no alcanzar ese climax que debe alcanzar toda película de cierre en una saga. Si la cagas en la última parte, te cargas la saga. Que se lo digan a Coppola y su "El padrino III". Y que se lo digan al jodido Spielberg y su "Mojon de la calavera de cristal". Y mejor no hablo de "La venganza de los Sith".

Ademas, NvN ya se ha pronunciado son sus míticos y lapidarios puntos suspensivos. No creo que haya que añadir nada más.