jueves, 8 de diciembre de 2011

Nightwish. Imaginaerum.

Hace tiempo que me cansé del Heavy Metal.
No hablo de la música rock. Hablo de un estilo en concreto de ella. Empezando por el Power y demás, terminé por hartarme de grupos que se preocupaban más de una determinada pose que de la calidad de su música, de fotocopias indiscriminadas y de medir la validez de las canciones por lo fuerte que suenen las guitarras. Que no digo que no sea una opción válida, ojo. Solo digo que a mi me cansó todo eso y empecé a buscar otras cosas en la música.

Un ejemplo vivo de lo que hablo.
Uno de los grupos a los que nunca me aficioné porque empezaron a despuntar más o menos por el momento en que me sucedió aquello, fue Nightwish. Escuché alguna canción suelta en alguna noche con los miembros de esta comunidad rockera (I Wish I Had An Angel, por ejemplo), pero nunca me dio por investigarlos en profundidad. El único disco que llamó mi atención lo suficiente como para pensar en darle una oportunidad fue Dark Passion Play. Recuerdo que lo escuché yendo hacia la despedida de soltero de Srocker, en el coche de NvN. Y flipé. La música desplegaba melodía, fuerza, melancolía y oscuridad a partes iguales. Y aun así, no llegué a darle una verdadera oportunidad.

Nightwish, en la época del Dark Passion Play.
Hasta que llegó Imaginaerum. Desde el principio, las noticias que iba leyendo sobre su concepción me despertaban el interés. Y cuando salió a la venta, hace unos días, decidí bajarlo. Y tras escucharlo, fui corriendo a la tienda de discos y me hice con una copia.


¿Por qué? Pues quizá, precisamente, porque no sé nada de ellos y porque no soy fan de la banda, este último trabajo me ha resultado fascinante. Una auténtica locura de principio a fin. Una puta ida de olla del teclista de la banda, Tuomas Holopainen.

Para el que no lo sepa, Imaginaerum es la banda sonora de una película de igual título que se estrenará el año próximo. El disco, es si mismo, es una obra conceptual, oscura e imaginativa a partes iguales. Ya digo, seguramente porque no soy fan de la banda y no sé nada de ellos, a mi me ha parecido sensacional. Bien es cierto que, con las repetidas escuchas, hay algunos temas que podrían sobrar y no pasaría nada (las instrumentales, o Song of My Self, de 13 minutos, de entre los cuales 6 son un poema recitado; lo siento Tuomas, si no se lo aguanto a Lou Reed no te lo voy a aguantar a ti), pero la sensación que me queda es muy parecida a la que me dejó Nightfall In Middle Earth hace ya una pila de años: la de ser una obra que hay que valorar en su conjunto. Y el conjunto es, desde mi punto de vista, sobresaliente.

Es una obra oscura, melancólica, imaginativa, teatral, exagerada, terrorífica e incluso romántica en algunos momentos.

En resumen: una pasada de disco.

Os dejo con el single:

1 comentario:

NvN dijo...

El disco es muy bueno, realmente bueno, pero no es mejor q Dark Passion Play ni ninguno de los anteriores (escucha Oceanborn, Wishmaster, Century Child u Once y verás).

Nightwish es un grupo q no tiene discos malos (los tengo todos), es más, todos sus discos (con y sin Tarja) son la ostia, con un endurecimiento y oscurecimiento progresivo de su música y letras a medida q se hacían grandes en la escena europea, algo que les honra. Igual actitud q Metallica con Lou Reed, q da verdadera verguenza.

Una pena q los hayas descubierto ahora chavalín, pero aún no es demasiado tarde para que te bajes los anteriores y te deleites aún más con la calidad de este grupo, uno de los más grandes del panorama europeo, sin duda alguna.
Ahora bien, creo

X cierto, iba a escribir una crónica de este disco, aunque el post no está mal, sobre todo viniendo del más popero del grupo jejeje