viernes, 26 de febrero de 2010

Reflexiones de una semana en blanco II. Lo tuyo es puro teatro.


¿Hola? ¿Hay alguien ahí?Parece que no…

Así que, como no hay nadie para pararme los pies, es el momento de seguir con mis crónicas personales. Esta vez centradas en el mundo del teatro.

Y es curioso que en apenas días haya tenido dos experiencias relacionadas con este mundillo.

La primera fue el estreno de Pornografía, la obra en la que participaba una amiga común de los miembros de este blog. Pero si os acordáis, para no perder el hilo, estábamos con la melancolía y como, para burlarla, cogí un AVE directo de Madrid a Sevilla con el fin de llegar a tiempo al estreno. Lo conseguí in extremis, pero lo disfruté mucho más de lo que pensaba.

No es este el Ave que cogí desde Madrid, pero hubiera molao.

No es que yo sea un entendido en teatro ni mucho menos, y por lo general suelo desconfiar bastante del teatro “alternativo”, pero este montaje me sorprendió para bien. Personajes creíbles y bien construidos, conflictos interesantes y, sobre todo, una inconmensurable labor actoral. Por encima de afinidades personales con los personajes, hay que reconocer que todos, absolutamente todos los actores, hicieron un trabajo genial. Sobre todo, justo es reconocerlo, nuestra amiga, que completó una actuación sorprendente, convirtiéndose desde mi punto de vista en el centro de la función. Así que nada, felicidades a todos y a seguir con los éxitos.

Los actores de Pornografía. A nuestra amiga se le ve por ahí atrás.

La otra experiencia a la que hacía mención vino unos días después, de mano de la misma amiga, que me invitó a acudir al ensayo del montaje que está realizando con un grupo de alumnos del taller de teatro de un instituto de la ciudad. Yo, que parece que no tengo bastante con mis alumnos y mi instituto, acepté encantado. Y no me arrepiento en absoluto. Pasé dos horas la mar de divertidas. No solo por la obra (El Sueño de una Noche de Verano), si no por la espontaneidad de los alumnos y la complicidad que comparten con su profesora. Me quedo con la frase de uno de ellos: “deberíamos hacer una obra de teatro de las clases de teatro”. Yo me sumo con ferviente entusiasmo a la propuesta.

Esto no viene al cuento, pero me da la gana de ponerla. ¡Go, Mazinguer, Go!

Así que nada. Dos experiencias teatrales en una semana. No está mal. Sobre todo porque las circunstancias que las rodearon me hicieron reflexionar sobre ciertas cosas que no tenía demasiado claras. Al final llegué a una conclusión que puede parecer de perogrullo pero que se me olvida con demasiada frecuencia: soy un tío con suerte. Porque me encanta mi trabajo y porque tengo los amigos que tengo.

Ahora me despido y os emplazo a la siguiente y última entrega de estas crónicas, en la que me despacharé a gusto sobre el concierto homenaje a Bon Jovi al que acudimos NvN, Sawwyer y un servidor. Antes os dejo con Gotthard y The Oscar Goes To You, que viene al pelo. Y recordad que os quiere:

TROCK.



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