viernes, 24 de julio de 2009

Reseñas. Lisandro Torroja.


 Lisandro Torroja es un personaje peculiar. Conocidos por muchos como el Arcipreste del Rock por su forma de entender la música y por su formación de seminario, lleva ya más de diez años de experiencia a cuestas. De todos es conocida su labor en grupos como Chapitel o Movilizactum & Consolamentum, y ahora, por fin, parece que ha decidido probar suerte en solitario. Y como dice el refrán, nunca es tarde si la dicha es buena. Porque el señor Torroja se ha marcado un disquito de padre y muy señor mío. Pero vamos por partes.

 Crecido Viene el Pisuerga, como se llama su primera obra, es un disco conceptual que cuenta la historia del crecimiento personal de un aprendiz de monje en la Castilla del siglo XIII. Desde los ojos de  Zósimo veremos acontecimientos históricos como la llegada del Gótico a la Península o el nacimiento del tercer hijo del Conde del Arcabuz, Genaro de Cifuentes. Es una historia emocionante y vital, en la que asistimos al desencanto del joven por la religión y su posterior descubrimiento personal y madurez abrazando la Fe Cátara. Todo ello contado, a modo de metáfora, siguiendo el recorrido del río Pisuerga.

 Y por supuesto, sobre un colchón musical sin parangón. Acompañado por su fiel guitarrista Luis Portoñedo, Porto, que ya estuviera con él en casi todas sus aventuras musicales, el señorito Torroja desgrana todo su saber musical en once temas de increíble maestría. En ellos se mezcla sin complejos el Metal más clásico con el AOR más puro y el Trash más cañero, todo ello aderezado con pinceladas de música popular leonesa que no hace si no acrecentar el poderío de la mezcla.

 Así, encontramos auténticos cañonazos como Una lumbre y Una Liebre (Valdecebollas), que abre el disco a ritmo de doble bombo y en el que, además de la guitarra de Porto, es de destacar el solo de dulzaina con ritmo de jota que marca el apogeo del tema. La Coraza (La Pernía), por su parte, es uno de los temas más duros del album, cercano al trash, en la que destacan las bandurrias, los laudes y el tamboril, todo ello, por supuesto, sin que las guitarras pierdan su protagonismo acostumbrado.  Si Dios No Nos Quiere Aquí (Altocampoo), es un tema en la más pura esencia AOR, un himno propio de grupos como Journey o Survivor, que nos pondrá los pelos de punta por su magnífica letra que hace referencia velada a la gastronomía de la región. Atención al solo de Portoñedo en esta que es de lo mejorcito que se ha escuchado en mucho tiempo. Tampoco es menor la canción que da título al album, una composición de 12 minutos que derrocha musicalidad por los cuatro costados. Y por destacar otra, aunque podríamos destacar facilmente todo el album, mencionaremos la última pieza, titulada La Muerte y La Estrella (Pesqueruelas), una preciosa balada en la que la dulzaina vuelve a erigirse como máxima protagonista y que alcanza unas cotas emocionales verdaderamente inusitadas.

 Como decíamos, un auténtico disco que nadie, sea o no amante del rock, debería perderse. Una joya imprescindible para comprender, no solo la música (así en general), si no las complejidades del alma humana. Es increíble lo que puede llegar a transmitir un ser tan especial como Torroja con estas composiciones que tocaran el corazón de todo aquel que decida darle una oportunidad. 

 Nosotros, desde aquí, lo recomendamos fervientemente. Adelante, Lisandro, ya es hora de demostrar lo que vales. 

 Y como él mismo dice en uno de sus temas: "No hay hombre pequeño, si no lumbre en el candil".

 Temas:

1. Una Lumbre y Una Liebre. (Valdecebollas)
2. A Pan y Agua.
3. La Coraza. (La Pernía)
4. Agua Dulce.
5. Moriré Por Mis Pecados.
6. Si Dios No Nos Quiere Aquí. (Altocampoo)
7. Nanas de la Luna.
8. El Demonio En La Botella.
9. Cuando Tenga Que Partir.
10. Crecido Viene el Pisuerga.
11. La Muerte y La Estrella. (Pesqueruelas)

Veredicto de TRock: TTTTT 

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