lunes, 1 de marzo de 2010

Reflexiones de una semana en blanco III. You Give Rock A Bad Name.


Tercera y última parte de las crónicas de este profesor.
La semana ha sido larga, y ha dado mucho de si, pero como soy consciente de que mi relato ha despertado entre escaso y nulo interés, mejor darlo por terminado cuanto antes. Así que vamos rapidito. Salimos del teatro y nos metemos con Bad Name. ¿Qué quiénes son Bad Name? Pues un grupo homenaje a Bon Jovi que obtienen su nombre, como puede sospecharse, de You Give Love A Bad Name.

Iba a poner una foto de Bon Jovi, pero esta me gusta más. Vete a saber por qué.
El caso es que los muchachos decidieron dar un concierto y allá que fuimos los miembros de este blog y varios amigos más con la intención de disfrutar de un buen rato de música. Bueno, siendo sincero, debería reconocer que mis intenciones eran otras, pero como no obtuve lo que se me había prometido (y hasta ahí puedo leer), mejor hacer como si nada.
Y lo de disfrutar de un rato de buena música…Digamos que eso tampoco lo obtuvimos, de ahí el nombre de la crónica. No es que los tíos fueran malos. Al contrario, se les notaba un dominio más que notable de los instrumentos y ciertas tablas. Tampoco es que eligieran un formato semi acústico (a lo mejor es el habitual en ellos, no lo sé). El problema era que sonaron planos. Sin alma. Sin vida. Una mala noche, lo extraño del local, o simplemente es que son así…Cualquiera de estas razones lo explica, pero no lo justifica…Lo que hicieron con algunas canciones fue sangrante. Especialmente con Livin’ On A Prayer, que en palabras de Sawwyer sonó “como la canción que pondrías en el funeral de tu peor enemigo”.

Hulk mandando a callar a los Bad Name.
Terrible. Pero como no quiero extenderme en la crítica porque ya hicieron algo más de lo que nosotros hemos hecho en toda nuestra vida (dar un concierto), me despido y os dejo con In These Arms, otra de las destrozadas sin miramientos.
Con esto terminan las crónicas de una semana que ha dado para mucho más, aunque no vaya a hablar de ello. En el tintero me dejo una reunión memorable con Satan Rocker (viaje a Córdoba incluido), diversas reflexiones sobre las mujeres y, sobre todo, el descubrimiento de un brebaje mágico (una cerveza en concreto) que me hizo vivir una experiencia mística que solo conoce Sawwyer (y niega que sea real). Quizá algún día hable de ello. Por ahora recordad que os quiere:
TROCK.

1 comentario:

Julián dijo...

Hijos de putaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa !!!

Temasso de los Jovi.

Ese Hulk ahí dando hostias como panes, jajaja