SCORPIONS. STING IN THE TAIL.

Después de publicar ese discazo que fue Humanity Hour 1, que pilló por sorpresa a propios y extraños, vuelven los Scorpions con otro trabajo: Sting In The Tail.

Portadita Hevy donde las haya. Más clásica imposible.

Vuelven y se van, porque poco tiempo después de comenzar a grabar el album anunciaron oficialmente que se retiran. Y si este debe ser el final de su carrera, no se me ocurre un testamento más apropiado.

Porque Sting In The Tail suena a Scorpions por los cuatro costados. A los Scorpions clásicos quiero decir. Y no me refiero a sus primeros discos (esos insufribles y pseudo psicodélicos), si no a los de su época gloriosa. Este album recuerda a los grandes temas de los teutones, esos que han marcado la vida de mucha gente. Está presente durante toda la escucha el espíritu de esas canciones que son ya, por derecho propio, parte de la cultura popular: por ejemplo, hay algo de Rock You Like a Hurricane en ese gran tema que es Raised On Rock y Lorelai me trae memorias de Send Me An Angel. Así que creo que la mejor manera de definir el disco es clásico.

Pero, ¿es eso bueno o malo? ¿Es suficiente para hacerlo resistir el paso del tiempo? Pues depende de cómo se mire. Humanity fue un gran disco, en parte, porque renovaba el sonido Scorpions adaptándolo a los nuevos tiempos. Sting In The Tail, sin embargo, no trata de innovar ni de aportar nada nuevo. Es, simple y llanamente, una despedida dedicada a los fans de todo la vida: es Hard Rock puro y duro, sin contemplaciones ni añadidos superficiales. Así que, quien busque algo nuevo no lo va a encontrar. Quien, sin embargo, no pretenda más que disfrutar, lo hará. Eso seguro.

Ahí están, los abueletes del rock. Con dos cojones.

Reconozco que un principio a mi no me hizo mucha gracia. Me resultó carente de imaginación. Sin embargo el disco invitaba a volver a escucharlo, y al hacerlo he disfrutado mucho. Hay canciones que me sobran (Rock Zone no hay por donde cogerla), pero también hay auténticos cañonazos. Destaco la ya mencionada Raised On Rock, Slave Me, Turn You On, Spirit Of Rock o mi favorita y, creo, una de las mejores canciones que les he escuchado en mucho tiempo: The Good Die Young. Vaya pedazo de canción.

En fin, un disco muy recomendable para quien busque una buena dosis del buen Hard Rock de siempre.

Los Scorpions han muerto. Larga vida a los Scorpions.