jueves, 10 de junio de 2010

HISTORIAS DEL PUEBLO IV. LA DECLARACIÓN.



En honor a la verdad debo decir que hoy no pensaba escribir nada.
Pero a ver quien es el guapo que se pierde la oportunidad de contar lo que voy a contar. No es gran cosa, es una historia pequeña. No va a cambiar la visión de la vida de nadie pero, a mi al menos, ha servido para alegrármela.

Sin entrar en demasiados detalles: el pueblo (ya lo he descrito demasiadas veces, así que voy a ahorrarme los pormenores), un día gris que parece de otoño, el viento que aulla como una manada de lobos, la soledad y mi ánimo aplastado por las horas de estudio. Suena el timbre y corro a abrir, entre sorprendido y esperanzado: ¡alguien ha debido acordarse de mi! ¡Adiós soledad! Pero cuando abro la puerta no hay nada. Miento, hay algo, pero casi pasa desapercibido. Una pequeña nota, escrita en un papelito amarillo, con un corazón dibujado.

Mi primera reacción es pensar que se trata de una broma. Como mi lugar de residencia no es el secreto mejor guardado entre los alumnos del pueblo, alguno habrá decidido, ya al final del curso, reirse un rato a costa del profesor sevillano. Por si no hubiera ya bastante con el rayón que me han hecho en el coche. Vuelvo a mis estudios pero me resulta imposible concentrarme acosado como estoy por una maraña de incontrolables pensamientos. Malditos imbéciles, mierda de pueblo, así os pudráis todos en el infierno...Lindezas por el estilo.

Entonces, cosas de la rutina, sin querer, mi mente comienza a divagar. Puede ser el rayo de luz que se abre paso desde el horizonte que ilumina los rincones más alegres de mi alma, pero lo cierto es que de pronto pienso: ¿y si realmente es una declaración? ¿Y si realmente alguien ha decidido revelar sus sentimientos secretos hacia mi? De pronto el corazón dibujado parece adquirir relieve. Latir incluso. Y el rojo de sus contornos brilla con la fuerza de la misma sangre. Un sin fin de posibilidades cruza mi excitada imaginación. Repaso todas y cada una de las mujeres que he conocido este año pero, para mi decepción, ninguna parece encajar con tan osado gesto. Pero, ¿qué pasa con las que no conozco?

Quizá se trate de una chica del pueblo, tímida e introvertida, que lleva todo el año observándome sin atreverse a dar el paso. Un espíritu soñador y romántico, atrapado en las cadenas de la rutina que por fin se ha decidido a romper.

Estoy detallando el final de nuestra historia de amor cuando vuelve a sonar el timbre. Corro a abrir y se repite la escena. Esta vez, junto al corazón, la nota incluye algunas palabras ciertamente reveladoras: "A love you, Antonio. La hija de tus vecino de emfremte". Vale. Misterio aclarado. Definitivamente alguien bebe los vientos por mi. Lástima que tenga cinco años.

Por lo menos me he reido un buen rato.

5 comentarios:

NvN dijo...

jajajaja cojonuda la historia

mamón, has llegado a unos niveles de intriga q ya quisiera la gorda sobrevalorada de hitchcock jajaja

a esa futura canorrilla guárdala en manteca..q nunca se sabe jajaja

Hellbringer dijo...

TRock al desvelar el misterio me has chafado la hipotesis, pero aun asi te la comento. En cuanto has visto la nota de amor has pensado en todas las mujeres que te rodean y que te conocen, pero.... ¿y si la nota hubiese sido de un hombre?
Piensalo detenidamente, lo mismo hay algun muchacho al que le has robado el corazon o simplemente se puede tratar de algun garrulo que quiere jugar al medievo con tu culo.

Bueno, ya no tienes que preocuparte de eso.

MOANBE dijo...

jajajaja... muy bueno. Lástima que me lo contaras en persona quitámdole todo el misterio al relato. Estáas hecho un rompebragas.

NvN dijo...

Cuidado Moanbe...pues largos y tenebrosos son los brazos del Santo Oficio Redactor...y te estás pareciendo cada vez más a nuestro jeroglífico amigo Satan Rocker...

PD: Un poquito de porfavó

MOANBE dijo...

La droooga eeees muuu malaa ...