Canciones desde el fondo del baúl.

Allá por los lejanos tiempos de mi primer año de universidad, cuando aun estaba descubriendo mucha de la música a la que debemos este blog, cayó en mis manos el disco que me abrió los ojos al AOR más puro.

Hasta entonces, como todos nosotros, yo me alimentaba de Ac/Dc, Iron Maiden y cualquier variante del Heavy europeo (incluso...ag...español). Aunque, para que negarlo, ya se me veía el ramalazo más melódico cuando era el que más lo flipaba con los discos de Bon Jovi o incluso de Ten (con estos, me temo, era el único). Pero aun desconocía todo lo que iría descubriendo más tarde: Toto, Journey etc.

¿Y cuál será ese disco? Os preguntaréis. Pues, posiblemente uno de los más comerciales y estereotipados que se hicieron a principios de los 90 (1991, para ser concretos): Saint & Sinners, de Kane Roberts. Llegó a mí gracias al amigo Soyi, y lo escuché una y otra vez hasta desgastar la copia en cinta que me hice (todavía era el modo más barato de pirateo). Y es que, a pesar de ser comercial y estereotipado, era también tremendamente pegadizo. No podía ser menos, compuesto como estaba a medias por el tal Roberts y el gran Desmond Childe. Por cierto, que Kane Roberts fue el guitarrista de Alice Cooper en la época del Trash. Y no es para nada un mal guitarrista. Quizá algo falto de personalidad. Y lo mismo ocurre con su voz: solvente pero, me temo, muy encasillada dentro del género al que pertenece. Además le perdían las formas de Rambo que se gastaba.

Recientemente, casualidades de la vida, he vuelto a encontrarme con el disco. Y aunque ya no me gusta tanto, reconozco que algunos temas son geniales. Os dejo con uno de ellos, el que lo abre: Wild Nights. Que recuerdos...

Se despide:

TROCK.