domingo, 2 de mayo de 2010

Meat Loaf. Hang Cool, Teddy Bear.

Lo de Meat Loaf es para estudiarlo.
Después de intentar revivir en vano la magia de sus míticos Bat Out Of Hell con la tercera entrega de la trilogía, va y nos regala este último disco que supera en casi todo al anterior. Y no es que aquel fuera malo, pero la mínima presencia de las canciones de la verdadera mente maestra tras sus dos predecesores, Jim Steinman, restaban empaque al asunto. Y ahora, sin una sola canción del genial compositor, el Cacho de Carne hace el que posiblemente sea su mejor trabajo desde Bat Out Of Hell II.


Vaya portadita. Cojonuda se mire por donde se mire.

Quién esté familiarizado con la obra del orondo vocalista sabrá lo que encontrarse. Para el resto: Meat Loaf es sinónimo de rock teatral, casi de cabaret. Composiciones que amenudo sobrepasan la media de los 5 minutos, sin dejar de ser comerciales y con tendencia a exagerar los sentimientos. En las canciones de Meat Loaf, si se ama, se ama hasta la muerte. Y si se odia también. Como digo, todo muy teatral. Y no exento de cierta ironía, de un puntillo de no tomarse en serio a si mismo que le da el toque necesario para que muchos de sus discos no resulten ridículos.


Meat Loaf que, sabrá dios por qué, quiere sacarse los ojos.

En esta ocasión, vuelvo a repetir, no hay colaboración del compositor Jim Steinman. Y sin embargo, el tipo se ha sacado de la manga un discazo. Según dice, hay una especie de historia que da cierta unidad al conjunto, pero a mi me da igual. Entre que la historia es una pamplina y que no creo que sea necesaria para disfrutar de las canciones, no pienso ni mencionarla. Lo que sí diré es que en esta ocasión las guitarras tienen mucha más presencia que en otros trabajos, donde el piano llevaba la voz cantante. Es un disco muy rockero, a veces casi hard, y las canciones son más cortas (aun así hay alguna especialmente larga). Pero se las arregla para mantener las señas de identidad propias de su carrera musical. En 13 temas, por supuesto, hay de todo, algunas cosas más buenas y otras peores, pero el nivel general es impresionante. Y no quiero olvidarme de que la nómina de colaboraciones, que tampoco es coja: Steve Vai, Brian May y Jack Black. Y ahora no sé si me dejo alguno más.


Otra vez el gordo, haciendo como que toca la guitarra. ¿A quién quieres engañar, tío? Si ni siquiera compones tus canciones...

En definitiva, un disco bastante, bastante recomendable. Siempre y cuando se sepa lo que se va a encontrar, claro. Os dejo con mi elección: Love Is Not Real.
Se despide:

TRock.





No hay comentarios: