miércoles, 3 de septiembre de 2008

El dragon blanco y el demonio rojo.

Ya se sabe que en la antigüedad se tenía cierto regusto por la alegoría.
Las historias de la Biblia intentaban aleccionar a un pueblo analfabeto. La mitología clásica reflejaba las luces y las sombras del estilo de vida griego y romano, por no decir de casi toda la humanidad.
Así que cuando Zeus encargó a Heracles los 12 trabajos, estoy casi seguro de que, en verdad, le encargaba una mudanza.


Heracles enfrentado al monstruo trino Gerión, su casero, que le dio las llaves el domingo por la noche, en lugar de hacerlo por la mañana como le había dicho, estropeando todos sus planes de mudanza.

Después de haberlo probado, estoy casi seguro de que hace falta ser algo cercano a un semidios para terminarla sin pagar ningún tipo de precio físico o mental. Yo, evidentemente, no lo soy (pese a mi perfil genuinamente apolíneo), así que las secuelas no han tardado en aparecer. Las mentales no son novedad. Tampoco es que haya estado nunca demasiado en mis cabales, pero ahora tengo a un dragón albino inglés llamado Elmer viviendo en mi armario, ¿será grave? En cuanto a las físicas, son evidentes: agotamiento absoluto y un resfriado que, sospecho, está por convertirse en algo más grave, dado que mientras escribo esto empiezo a notar como la fiebre me sube. E Isa, que se supone que debía cuidarme, está igual que yo. Quizá peor. Menos mal que Elmer se ha ofrecido a brindarnos sus cuidados. Si es que estos dragones albinos ingleses es lo que tienen. Son de lo más educado (y cocina de muerte, pero no dejeis que lo sepa, que ya tiene el ego demasiado subido).

Elmer, el dragón blanco inglés, asomándose a la magnificencia de la costa tropical granadina.

Y hablando de dragones. El otro día (previo a la mudanza, cuando aun conservaba gran parte de mi cordura y mi prestancia), me arriesgué a ver Hellboy 2. Y digo me arriesgué porque nunca he sido muy fan del demonio rojo. Ni los comics me vuelven loco (salvo los dibujos, eso sí), ni la primera película consiguió engancharme (aunque, ahora que lo pienso, la vi sin gafas, quizá eso tuviera algo que ver). Y siempre me ha parecido mil veces más atractiva aquella versión extendida de la misma que Sawwyer, NvN y yo ideamos en la que se añadían 30 minutos más de escenas consistentes en ver a Hellboy ducharse, cenar y fumarse un puro. Os acordais, ¿verdad? ¡Decidme que os acordáis!

Delante los buenos: Johan Krauss, Abe Sapiens, Hellboy y Elizabeth Sherman. Detrás el malo y su hermana buena: Nuada y...del nombre de ella no me acuerdo. Tampoco me importa.

De cualquier manera, lo cierto es que la película me sorprendió gratamente. Está lejos de ser una gran película, pero visualmente es apabullante. Los personajes, los decorados y los efectos especiales son de un barroquismo preciosista que es pura fantasía desbordada. Solo por eso ya merece la pena verla. La historia, eso sí, no destaca por su originalidad, y por momentos parece que no se toma en serio a si misma. Yo no soy fan del personaje, así que agradecí los momentos de humor (atención a la antológica cogorza compartida entre Hellboy y Abe Sapiens). Incluso me encantó el personaje de Johan Krauss (cuya voz la pone Santiago Segura, por cierto), pero parece que a los fans de la serie no les ha sentado demasiado bien el tono casi paródico. Sea como sea, es una buena peli para pasar un rato sin pensar demasiado y echarte unas risas a gusto. Y tiene buenas peleas, lo que siempre es de agradecer.
En fin, que como estoy a punto del colapso, os dejo no sin antes recordaros que no es tan raro el que un dragón albino inglés haya optado por vivir en mi armario. A fin de cuentas, toda esta zona está llena de ingleses que han cambiado la pérfida Albión por los parabienes del clima mediterráneo-tropical. Voy a ver si Elmer me trae una aspirina. Creo que la necesito.

2 comentarios:

NvN dijo...

Tarea ardua a la que te has encomendado, vive Odín !!.

Pero no has de preocuparte, pues los Hados del destino han sido benévolos contigo por una vez y te citan el próximo viernes a una Recepción digna del propio Zeus. Espero que no me faltes, pues sin tí esa noche la Luna, hija de la oscuridad, quedará huérfana de celebraciones, amigo mío.

No defraudes a tu Señor, te lo advierto !!

P.D: Lo del perfil apolíneo...eh...

Satan Rocker dijo...

Maldito sean los perfidos hados que dipusieron asi las estrellas, pues la guardia en los parajes de la enfermedad negra no puedo eludir y a semejante cita no he de acudir.
O cruel Hades que me privas del sagrado nectar de ambrosia que derramas sobre tus bien amados hijos...

SALVE LORES DEL METAL