Se acabó lo que se daba.
Nuevo curso. Nueva ciudad. Nuevos niños. O casi, porque uno puede más que preguntarse, ante la persistente ignorancia presente en cada generación si, en verdad, no es siempre la misma. Aunque me equivoco. Sí hay signos de cambio: cada vez son más cazurros. Y mal educados. O eso, o yo me hago mayor (y eso que llevo dos años dando clase, que cuando lleve 20 me parecerán todos pertenecientes a la subespecie de los mamíferos catarrinos).
Lo que sí ha cambiado este año es el instituto. Pequeñito, apenas 200 alumnos. Modesto, de un barrio periférico donde la mayoría de la población se dedica a la pesca. De todas maneras, aun es muy pronto para hacer afirmaciones. Ya he comprobado que el primer día todos los niños son muy buenos. Lo duro viene después. Y algo me dice que este año va a ser difícil.
Pero sobreviviré. Es la profesión que he elegido, ¿no?
Así que como me queda poco tiempo libre, antes de dejarme devorar por la vorágine diaria, me he permitido escuchar el disco de Queen y Paul Rodgers, aun después de haberme dicho NvN que no era nada del otro mundo y haber leído en varias webs que era malo.
Y me ha gustado. Bastante, de hecho.
Quizá porque tengo claro que Freddy Mercury murió, y con él se fueron los Queen más clásicos. Si repasáis su discografía, la influencia del cantante era muy grande, y la mayoría de las canciones clásicas de Queen lo tienen a él involucrado. Era él quien inoculaba a la banda el toque exagerado de cabaret, la teatralidad y la variedad musical que la define y la ha hecho famosa. Así que, habiéndose ido Freddy, es imposible esperar que este disco suene como los Queen antiguos.
Porque no son Queen. Son Queen + Paul Rodgers. Según dice Brian May, una banda completamente nueva. Y con eso en mente, se puede disfrutar muy mucho del disco. No digo que sea una obra maestra, pero los tres músicos protagonistas son demasiado grandes por si solos como para hacer algo malo si se unen. Y les ha salido un disco con mucha clase. Ecléctico, sólido y maduro. Van desde el rock’n’roll de “Cosmos Rock”, la canción que abre el disco, a la intimidad de “Small” o la emotividad de “We Belive”. Vale que algunas canciones son mejores que otras, eso es inevitable, y el gusto del oyente es definitivo a la hora de juzgarlas, pero a mi, en conjunto, me parece un disco muy bueno. No genial, pero muy bueno.
Una opción, en definitiva, muy válida para disfrutar del otoño recién llegado: la lluvia, una casa calentita, buena compañía (amigo o amante, eso lo dejo para cada uno)y un buen disco que escuchar. O un libro. O una peli. Lo que queráis.
Lo que sea que nos ayude a saborear el tiempo libre.
Y si tenemos todo eso, ¿a quién le importa que sea poco?
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2 comentarios:
a mi tambien me habian dicho que el disco no era nada bueno.. y tambien me gustó... todavia no se que fue.. pero me parecio bastante bueno... te dejo un video de rodgers en vivo muy bueno... videos musica ...
muy bueno tu blog
saludos
Vaya vaya, otro creyente que se adentra en el único y verdadero reducto de Fé que permanece impertérrito ante el avance del paganismo musical.
Saludos mariano !!!
En cuanto al disco, nunca dije que no fuera bueno, de hecho con esos hachas no se puede hacer mal. Sólo objeté que aquél que buscara a los antiguos Queen en él iba mal encaminado. Dejemos a Freddy en paz y descansando en el Olimpo, que se lo ha merecido, y disfrutemos de estos nuevos aires que Mr. Paul les ha dado.
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