jueves, 11 de septiembre de 2008

La Regla del Cuatro (defensa de un número exacto).

Se preguntaba el querido amigo NvN en su anterior post sobre la imposición aleatoria del cuatro como base de nuestras listas. No es que yo sea poseedor de alguna clase de sabiduría absoluta en cuestión de numerología, pero intentaré defender aquí, con argumentos más o menos sólidos, la permanencia de esa, llamémosle, regla del cuatro.Y es que, queridos amigos, el cuatro es, sin dudarlo el número Vanderbergiano por excelencia.

Cuatro discos de la carrera americana de Whitesnake fue lo que tardó Adrian Vandenberg en ver su nombre entrar en la historia de la mítica formación(Recordemos: Slide It In, 1987, Slip of the Tongue y, por fin, Restless Heart). Cuatro fueron los Beatles, para muchos la mejor banda de la historia de la música popular. Cuatro son los Rolling Stones, para otros tantos la mejor banda de la historia del Rock. Cuatro fueron los Led Zeppelin, para casi todos padres y héroes del Hard Rock.
Cuatro es el nombre de los mejores discos de algunas de las mejores bandas: “Toto IV”, 4 de Foreigner, 4 de Fair Warning…Incluso Led Zeppelin tienen un IV (en el que, por cierto, se encuentra su mítico tema Starway To Heaven).

Saliéndonos del estricto ámbito musical, cuatro (que no tres) terminaron por ser los mosqueteros. Cuatro son las películas de la saga de Indiana Jones (héroe cinematográfico del que suscribe). Cuatro son los Cuatro Fantásticos, pioneros del Universo Marvel de los cómics. Cuatro eran, no debemos olvidarlo, los Jinetes del Apocalipsis. También los evangelistas. Y una tetrarquía salvó al Imperio Romano tras la crisis del Siglo III (cuatro emperadores, dos mayores y dos menores, repartidos entre oriente y occidente). Por último, sin salirnos del mundo clásico, cuatro son los elementos que se creía que componían el universo.

En la historia antigua, sobre todo en el ámbito relacionado con el misticismo judeo-cristiano (de indudable herencia helénica y semita), los números son parte constitutiva del universo, y como tal, son representaciones simbólicas de algunas de sus partes. El número 7, por ejemplo, representaba la perfección. De la misma manera que el 6 era su contrario (de ahí que el número de la Bestia sea 666). Incluso la elección de 12 apóstoles por parte de Jesús encierra un significado hermético. El número cuatro, evidentemente, encierra también su simbología: representaba a toda la creación.

Por lo tanto, como podeis ver, las razones para elegir al cuatro son más que fundadas. Sin embargo, yo me pregunto, ¿por qué centrarnos en unas ideas ajenas a nuestra propia visión del mundo? Quiero decir, ¿qué nos impide comenzar nuestra propia simbología basada en nuestras propias y personales razones? Para mi, compañeros, el cuatro es, y debe ser (a menos que la opinión generalizada sea cambiarlo) el reflejo de nuestra hermandad.

No solo por todo lo argumentado. No solo por el práctico motivo de que al elegir cuatro canciones cada uno hagan un total de 16 (número muy manejable a la hora de recopilarlas, pues es lo que cabe, más o menos, en un cd no mp3).Es principalmente que cuatro son los titulares de este blog. Cuatro los amigos que comparten en este rincón de la red, inquietudes, sentimientos y, sobre todo, una serie de Sagrados Valores que nos hacen ser quienes somos. Pero es que, además, el cuatro, por ser par, es un número generoso: admite cualquier suma y nunca perderá por ello su esencia. Vale, esto último, lo reconozco, es una soberana tontería que solo intentaba enfatizar el hecho de que nuestro blog, al igual que nuestras vidas, no son, o no deberían serlo, entes herméticos. Aun así, como todo en este nuestro blog nace del Cuatro, creo que esa es razón más que suficiente para convertir ese número en referente.
Por eso yo digo, ¡larga vida al Cuatro!
Bueno, al Cuatro y a quien quiera venir…
Y ahora os dejo, solo porque me da la gana, con Heart On The Run, de Fair Warning, sacado precisamente de su disco 4:



Editado: En mi ardiente defensa del cuatro he cometido el pequeño error de decir que el 7 es la perfección y el 6 su contrario, y no es exactamente así. El 6 es la perfección, por eso los apóstoles son 12 (dos veces seis) y el 666 es una perversión de esa perfección. Un pequeño error tonto de nada. El 6, el 7...¿qué más da si todos sirven para hacer cuentas?

4 comentarios:

NvN dijo...

Qué razón tienes amigo mío!!

El 4 siempre estará presente en vuestras cortas y míseras vidas (porque Yo, como Dios de Asgaard, soy inmortal como sin duda sabréis, jajaja), pues 4 son los miembros iniciales de esta nuestra Hermandad y no menos de 4 veces escucharemos el reverenciado retorno de los Reyes del Rock en tu casa de Salobreña. Lo propongo y os reto a ello. Es más, LO DECRETO !!!

LARGA VIDA A LOS 4 !!!

NvN dijo...

Por cierto, el misticismo judeo-cristiano al que te refieres en tu artículo es llamado por algunos La Cábala (Vincent Price era un maestro de la numerología...)

TRock dijo...

Teneis razón, amigo y mentor. Si será por meter gambas. He cometido unas cuantas por escribir deprisa y corriendo. Eso es lo que pasa cuando no escribo primero en Word. Y luego os reis de mi. Bah, da igual, os vais a reir de todas maneras. Jejejeje.

Satan Rocker dijo...

REGRESO DEL MAS OSCURO SILENCIO PARA UNIRME A LA GLORIFICACION DEL CUATRO COMO REFERENTE DE NUESTRO COSMOS AMIGOS MIOS.

¡UNO PARA TODOS Y TODOS PARA UNO!