En este mundo nuestro del rock, hay una peculiaridad que lo separa por entero del resto de la música popular. No me refiero a la actitud “rebelde”, a las guitarras saturadas o a las bases de ritmo contundentes. Bien pensado, eso son muchas peculiaridades, así que quizá el mundo del rock no tiene nada que ver con el resto de la música, si para bien o para mal ya sería cuestión de cada uno. Pero como ese no es el tema del post (lo que no quiere decir que no sea lo suficientemente interesante como para no dedicarle uno en exclusiva), corramos un tupido velo.
Me refiero a los videoclips.
Los videoclips son esa idea que alguien tuvo algún día y que alcanzó su máximo apogeo con la creación de la MTV americana (allá por el 1982, año arriba, año abajo): poner imágenes a la música en un mercantilista intento de capitalizar, no solo el oído, si no también la vista.
Desde entonces, no hay canción de éxito que se precie sin su videoclip correspondiente. Algunos mejores, otros peores. Pero siempre, para bien o para mal, sorprendentes. Quiero decir que, generalmente, uno suele asociar por pura inercia imágenes a su música favorita, así que cuando ve el videoclip, suele comprobar que a cualquier otra persona se le ha pasado algo totalmente diferente por la cabeza. A veces, las imágenes casan bien con la música, relatando la historia que se cuenta o, simplemente, captando bien el sentido de la misma. Otras veces, son una sucesión de imágenes sin sentido y bastante irritantes que te lleva a jurar, inevitablemente, la estupidez congénita de todos los involucrados en la realización del clip (el artista incluido). También hay una tercera vez en que el videoclip se limita a presentarnos a la banda, o el artista, actuando en playback mientras suena la canción. Estos suelen ser los más sencillos y eficaces. Como ejemplto de esto (y de un video decente) os dejo con Bon Jovi e It's My Life:
Sea como sea, lo cierto es que hoy en día solo los “dinosaurios del rock” tienen el suficiente éxito como para realizar videoclips aceptables. Y aun así, a veces, los resultados suelen dejar mucho que desear cuando no se limitan a ese tercer tipo que hemos visto. Generalmente suelen ser una mezcla tal de idioteces que se termina por matar a la canción.
Es inmediato.
Irreversible.
Ves el videoclip y ya te resulta increíblemente difícil escuchar la canción de la misma manera, por muy grande que esta sea (con el tiempo se consigue, eso sí). El videoclip mata por completo la mística de la canción. Estoy hablando de esto:
http://es.youtube.com/watch?v=IfbbFVPC-sM
Nota aclaratoria: me ha resultado imposible poner el video aquí porque todos los "EMBED" estan desactivados, supongo que por interposición de los propios Journey, así que me limito a poner el link.
¿No es para llorar?
Por eso propongo esta sección para que cada uno comparta los videoclips que le reventaron una de sus grandes canciones. El objetivo, evidentemente, es que luego nos riamos a gusto recordándolo. Yo empiezo por proponer el criminal ejercicio de incompetencia que me ha hecho cambiar para siempre mi forma de entender la gran canción que es Angels Of Heaven, de los alemanes Fair Warning.
¡Maldigo al director! ¡Y maldigo a Satan Rocker que me hizo saber indirectamente de la existencia de esta cosa!
Con lo bien que nos quedó el nuestro…
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