Hasta el fin y vuelta.

Bueno, pues hoy escribo para anunciar mi despedida. Temporal, por supuesto. Seguid soñando si pensáis que vais a libraros de que os aburra con mis tostones insufribles.
El caso es que me voy de vacaciones. Una semana en París (con dos días en Eurodisney para regocijo de Isa), así que mis aportaciones al blog tendrán que esperar un tiempo. Pero me voy sabiendo que cuando vuelva tendré una buena lista de posts por leer y un montón de ideas con las que torturaros. De manera que os dejo las llaves de mi parcela para que me reguéis los “demasiado tiempo libre” (eso es cosa tuya, Sawwyer), deis de comer a las “melodías desencadenadas” (y quién mejor que NvN para eso), y dejéis relucientes mis “historietas” (te tocó, Satan Rocker).
Y para despedirme, ¿qué mejor que una canción? Me he devanado los sesos buscando una que hable de volver. Pero como no fuera el tango de Carlos Gardel o “Un beso y una flor” de Nino Bravo, no se me ocurría ninguna que pudiera resultar útil. Sí, son grandes canciones y todo eso, pero joder...¡no son rockeras! Y se supone que este es un blog, principalmente, de rock. Luego, teniendo en cuenta la exaltación de la amistad llevada a cabo por NvN en el anterior post, pretendí buscar una tonadilla que sirviese a tal propósito. Y una vez más, “Yo quiero tener un millón de amigos”, del Puma, tampoco me resultó apropiado. Así que al final me dije: “qué demonios, pongo la canción que me de la gana”.
De manera que ahí lo lleváis: “Till The End”, de Toto. El grupo original como base y Joseph Williams, hijo de John Williams (el de “Star Wars”, “Indiana Jones” etc.) a la voz. Estética ochentera y mucho ritmo, aunque el audio es malo y el solo casi no se oye.
Hasta el fin, hermanos míos.
Y vuelta.
P.d.: ¡Lo conseguí, he colgado un video sin ayuda de Sawwyer!