El rincón moña.

Vais a tener que permitirme este pedacito de nuestro blog para hacer una confesión.
No es algo de lo que suela hablar. De hecho, más allá de mi pareja (bendita Isa, que paciencia me tiene), no creo haberlo mencionado a nadie con excepción de Sawwyer.
Pero lo cierto es que tras leer el último post de Satan Rocker he comprendido algo a lo que venía dando vueltas desde hace tiempo: la madurez significa no esconderse y ser fiel a lo que hay en nuestro corazón. Por tanto, es hora de reconocerlo ante mi mismo y ante el mundo. Y no, no es que sea gay.
Quiero ser escritor.
Tuve claro hace ya mucho tiempo que quería ser profesor, y en ello ando. Y este año he visto con claridad que quiero dedicarme a escribir. De manera profesional, digo. Siempre he coqueteado con la escritura y, a decir verdad, no puedo concebir mi vida sin ella, pero era una idea a la que no me veía capaz de enfrentarme. Quizá no me sentía preparado. No obstante he comprendido que si uno se esconde de si mismo, nunca podrá llegar a dar lo mejor de lo que es. Por eso hoy reconozco ante vosotros y ante mi mismo que, aunque tarde mil años, terminaré por ser escritor. Eh, Frank Mcourt (“Las Cenizas de Ángela”, “El Profesor”) publicó su primera novela cuando tenía unos 60 años. Y ganó un Pulitzer. Así que tengo mucho tiempo por delante.
Creo que ninguno de vosotros habéis leído nada mío, por lo que pensé en colgar aquí algunas de las cosas que he escrito y darlas al fin a conocer. Evidentemente, no voy a colgar una novela (tengo dos, aunque la primera es terriblemente mala y no sé si merece considerarla si quiera). Un relato también se haría demasiado largo (y colgarlo por capítulos solo tiene gracia si consigue enganchar desde el principio). Así que he pensado en colgar una poesía.
A ver, no se me da bien la poesía. Principalmente porque no soy un buen lector del género. Me aburre soberanamente y muy pocas cosas consiguen captar mi atención. En prosa me desenvuelvo muy bien, creo que ahí no tengo problemas. Pero la poesía requiere muchos códigos y normas a las que no sé si soy capaz de atenerme. Sea como sea, lo cierto es que de cuando en cuando me asaltan pensamientos, sentimientos o emociones que en prosa no encontrarían un medio adecuado. Quizá sea muy pretencioso llamarlo poesía pero, en fin, a falta de un término mejor...
Como amigos que sois (y por eso doy este paso ante vosotros), os dejo criticar y despedazar todo cuanto queráis. No me molesta. Ya reiré desde mi yate cuando sea bestseller.

Dios, en mi corazón, somos nosotros,
no solo una palabra para dar forma al sentir.
Dios es un juego de manos,
Unos labios encendidos en la lumbre del deseo.
Dios es tu cuerpo, desierto misterioso,
valle florecido de fértiles entrañas.
Dios es la fuerza creadora, fuente de existencia.
Nosotros nos amamos
y pura vida brota en chispas de nuestro roce.
Cada beso inflama el aire alrededor, moldea la existencia,
la preña de formas y colores,
pensamientos e ideas que sin embargo elegimos no parir.
Nuestra voluntad es el poder de crear contenido.
Y, ¿quién si no Dios elegiría el momento
de ejercer el sumo poder de la creación?
Por eso Dios, en mi corazón, somos nosotros.

Ea, y os compenso la moñería:



Pride Of Lions, "Unbreakable" (Live)