jueves, 10 de julio de 2008

Demasiado Tiempo Libre. Back In Black.


Las vacaciones son como los niños cuando estás en pareja: la que no tiene los quiere, y la que los tiene está harta de ellos. Yo no estoy aun en el punto de renegar de mi vagancia. De hecho la disfruto con sumo placer (algo en lo que la invitación a participar en este blog tiene mucho que ver, ¡gracias Sawyer!). Quizá por eso me salen los enormes e insoportables tochazos que me salen cuando escribo alguna entrada: demasiado tiempo libre.
Esto viene al caso de que pensaba escribir otro soporífero rollazo sobre mi comic favorito: el Spiderman de nuestro amigo Straczinsky, dibujado por Romita Jr. El problema es que tres años de comics son demasiado y me volvería a salir otro peñazo. Así que voy a centrarme exclusivamente en la última historia original del innombrable guionista en la colección: Back In Black, esta vez junto a Ron Garney.
Back In Black viene a ser el colofón de las historias y las intenciones que Strac (llamémosle Strac para abreviar) tenía para el trepamuros. Y para el que no lo sepa, su etapa ha intentado, principalmente, hacer crecer a Peter Parker, desarrollarlo de manera que nunca se había hecho antes. En las manos de este guionista Parker ha pasado de ser un tardo adolescente pesado y quejica a convertirse en un adulto hecho y derecho: se convierte en profesor de instituto, se reconcilia con su mujer y se sincera con su Tía May, que ahora sabe que es Spider-Man. El Peter Parker de esta etapa acepta de buen grado su responsabilidad, ya no se martiriza con la culpa y no tiene que esconderse bajo una máscara para ser él mismo. Tanto es así que, en mitad de la Guerra Civil que sacudió al universo Marvel, decide desenmascararse públicamente (aunque guiado por Tony Stark, las cosas como son). Y las consecuencias de ese desenmascaramiento darán lugar a la saga que nos ocupa.


Kingping, el gordo mafioso, está en la cárcel. Desde allí sigue controlando sus negocios con igual libertad. Y cuando ve en la pantalla de T.V. la imagen de su enemigo desenmascarado, decide propicia la ocasión de vengarse de él. Encarga a un francotirador acabar con su vida, pero cuando este dispara, Peter esquiva la bala que va a dar directamente a su Tía May. Y justo ahí comienza la saga.

Peter, que ahora es un hombre responsable, pone a su familia por encima de todo. Y es capaz de cualquier cosa por defenderlos. Así que el Peter Parker (no Spider-man, porque a penas se pone el disfraz) que vemos aquí es rabioso e iracundo, desorientado y confundido, muy distinto del que estamos acostumbrados. Perseguido por la ley y acosado por sus enemigos, tiene que dejar a su tía de manera clandestina en el hospital, bajo otro nombre y al cuidado de Mary Jane, mientras él recorre la ciudad en busca de los culpables del disparo. Y tan profundo es su dolor, tan honda su desesperación, que es capaz de saltarse sus propias reglas: por eso vuelve al traje negro. Para él, el traje negro significa que no hay miramientos. Que no va a haber compasión. Y es algo que queda claro en todo momento.
Escenas impresionantes las hay a porrillo. Desde el jeep que tira directamente al francotirador, a la paliza que le propina al Kingping dejándolo a las puertas de la muerte.

Pero creo que nada es más clamoroso de la situación en la que se encuentra que el último episodio de la saga: cuando el dinero se termina y deben llevar a Tía May a un hospital más barato, Peter piensa incluso en quebrantar la ley. Incluso cuando la policía llega para investigar el disparo, no duda en dejar k.o. al detective encargado del caso. Las dos últimas páginas son elocuentes: Peter habla con dios y le pide ayuda. Ha rebasado tantas fronteras, ha cometido tantos delitos (hace una lista incluso), que se siente perdido. Y uno no puede más que sentir afinidad con él.



Back In Black es la demostración definitiva de eso que se dice siempre: que Spider-man es el super héroe más humano de todos. El que todos podríamos ser en el caso de que nos picase una araña radioactiva (algo que ocurre más a menudo de lo que se piensa, no me digáis que no). Y todos, en algún momento, nos hemos visto atrapados, con la espalda contra la pared e incapaces de decidir qué camino tomar para salir adelante. Es en esos momentos cuando crecemos y demostramos, verdaderamente, de qué pasta estamos hechos. Si seguimos siendo niños inseguros o hemos crecido lo suficiente para considerarnos adultos. Para apechugar con las consecuencias y no mirar atrás, pase lo que pase.
Entonces, si eres Spider-Man, es cuando todo se tuerce y llega esa mierda pichada en un palo que es One More Day, pero eso ya es otra historia.
Y pienso hablar de ella.
Ya sabéis, demasiado tiempo libre.

5 comentarios:

Sawwyer dijo...

Excelente post para una excelente saga que arriesga y desarrolla el personaje para que luego venga el quesada de turno a dejar todo como estaba antes. Por otro lado, Ron Garney transmite muy bien todo el carrusel de sentimientos por el que pasa peter.

NvN dijo...

Jodida tía May......

Lo siento, pero es todo lo que voy a decir de este pringao.

Que lo coja Thor y le arranque una a una todas sus patas coño.

TRock dijo...

Es verdad, Sawwyer, se me olvidó mencionar que Garney se sale dibujando esta saga. Para mi gusto está al mismo nivel que Romita Jr.

No.vandenberg.no y su odio visceral a Spiderman. ¡Ah,pobre y perdido espíritu! ¡Algún día aprenderás la verdad!

NvN dijo...

Sois vosotros los que estays cegados por la mediocridad y debilidad que este arácnido ha invuido en vuestros corazones rockeros.

Yo digo.....AHÍ TE PUDRAS SPIDERMAN!!!

NvN dijo...

Por cierto, haber cuando coño hacemos un post de verdad con el TOP TEN en discos de cada uno de los creyentes presentes en este "forum".

Me leeré el cómic tan sólo por el título que tiene la saga, qué grande joder!!!

Viva Spiderman ajajjaa!!!