Ya que esto, en parte, va de Rock, creo que es necesario dejar claro que, de todos, el que suscribe es el moña del grupo. Es decir que, pese a que me gusta el Hard Rock y el Heavy Metal como al que más, lo que verdaderamente me tira es el rock suave, el A.O.R. de grupos como Bon Jovi, Toto, o los propios Journey. También me gustan el Jazz o la fusión, pero evidentemente, el A.O.R. es mi identidad rockera. Y por tanto, ya que esta identidad (compartida en parte por Sawwyer) ha sido motivo de mofa y befa por parte de algunos (y ahí lo dejo...), he decidido iniciar esta serie en la que defenderé a los grupos que más me gustan del género. En espera, claro está, de que mis opiniones sean rebatidas en el inimitable estilo de no.vandenberg.no.
Y para empezar me ocuparé de la que durante mucho tiempo fue mi banda de cabecera: Ten. No podían ser de otra manera, entre otras cosas, porque trabé conocimiento de este gr
upo gracias a mis dos compañeros de blog. Y también porque Ten son unos verdaderos Hijos de Vandenberg: segundones de gran calidad que nunca han obtenido el reconocimiento que merecían.
El por qué me gusta esta banda es fácil de averiguar: a mi, que soy dado a la introspección y la fantasía, me fascinaron sus letras llenas de leyendas, sus épicos estribillos o la combinación de fuerza y melodía que plasmaban sus canciones. Eran canciones hechas para imaginar, para cerrar los ojos y perderse un rato en las historias que despertaban en la mente. No en vano, algunos de los relatos que he escrito están inspirados por canciones de Gary Hughes, el compositor de la banda. Además, sus baladas son fuera de lo común. Hughes tiene un don para escribir baladas sentimentales sin caer en la cursilería. Y ya sabéis lo que a mi me gusta una balada bien hecha...
Pero pasando a un punto de vista más objetivo, Ten son un grupo con una personalidad propia arrolladora. Nacen de la unión entre Gary Hughes, vocalista, y Vinny Burns, guitarrista experimentado, y practican un Hard Rock comercial y melódico cargado de influencias épicas, e incluso progresiva en ocasiones. Pero por encima de todo, lo que llama la atención de Ten es la voz del propio Hughes.
Hughes no es un cantante de rock usual. Su tono, es grave y bajo, pero cargado de elegancia y fuerza. Muchos lo acusan de monotonía, pero yo creo que su principal baza reside, precisamente, en que no es un chillón insoportable, (tipo...cualquier cantante de Power Metal), ni un imitador de Brian Johnson, de los que abundan en el Hard Rock (ahí queda eso), y es la voz con mayor melodía que he escuchado dentro del rock. Además, le pese a quien le pese (hablo por ti, no.vandenberg.no), es un tío muy carismático y en directo se sale (no se si Sawwyer pensará lo mismo, ya que los vio conmigo en Madrid). A lo que se suma que, pese a no ser muy buen productor, es el compositor de la banda y hay que reconocerle una capacidad innegable.
La otra gran característica es la guitarra de Burns. El contrapunto perfecto para la voz de Gary. Burns despliega fuerza y melodías a partes iguales con un sonido único y personal. Sus solos, pese a ser un poco repetitivos, son tremendamente sentidos. Lástima que se marchara hastiado del ego del señor Hughes. Tras su partida, le sustituyó Chris Francis, un novato con una gran técnica, cercana a la de guitarristas como Steve Vai, que pese a su valía no ha sido capaz de despertar con su guitarra lo que Burns despertaba. También Francis ha dejado la banda recientemente, por cierto. Así que ahora mismo están sin guitarrista principal (ya sabes, no.vanderberg.no).
En su discografía encontramos de todo, altos y bajos que conforman un catálogo envidiable, pero como sería muy largo dedicarle tiempo a todos sus discos, recomendaré "The Name Of The Rose" (mi disco favorito de todos los tiemporos) y "Spellbound" (el mejor según la mayoría de sus seguidores y la crítica).
En los ultimos tiempos, Ten va directo a la deriva. Han desaparecido de internet y, es de suponer, que siguen a la búsqueda, no solo de nuevo guitarra, si no de una formación mínimamente estable. O eso o ya se han disuelto para siempre. Y aunque ya no me impresionan como antes, aunque desde entonces algún otro grupo ha venido a ocupar su lugar de reyes en mi discografía, sigo esperando la reunión Hughes-Burns que nos brinde, aunque fuera, una gloriosa despedida para esta gran banda. Así yo podría quedarme a gusto, perdido por un rato en las historias que me contaran y no.vanderberg.no podría satisfacer su necesidad de sangre destripándolos sin piedad.
Como dicen en una de sus canciones “Never Say Goodbye” (que cursi soy a veces, joder).
P.D.: Hala, a criticar.P. D. 2, foto: de derecha a izquierda Ten con Chris Francis (Gary Hughes, Chris Francis, Steve Mackenna, Greg morgan, Paul Hodson y John Halliwell). No he encontrado ninguna con Vinny Burns.
3 comentarios:
En directo me gustaron mucho y sonaban mucho mas hard rock que en los discos. Sin embargo su naturaleza le hacia tirar por el AOR y pasarse de baladas (por muy bien que estuviesen). Por cierto, me ofende la nula referencia a la banda clave: Dare. Recomendar los 3 primeros discos y el directo, luego los discos no son tan redondos...
Hijo mío, acaso te he de recordar que fuí yo y no otro el que te inoculó el veneno Aoriano de este grupo con su "Battlelines" ??
Todo se ha hecho y dicho ya, es hora de partir....hacia el Hades del Hard Rock
Querido amigo y mentor musical no.vanderberg.no, tú me inoculaste el veneno con "Battlelines", efectivamente, pero Sawwyer me prestó sus dos primeros discos grabados en cintas. Así que la culpa de que me haya gastado dinero en estos tíos es de ambos por igual.
Y sí, entonemos un Highway To Hell por ellos.
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