La Desaparición de NvN. Manifiesto Vandenberg II (o qué escribir cuando no se sabe que escribir).

Más tarde o más temprano, la vida se empeña en demostrarnos que es ingobernable.
Que, en cualquier momento, con un golpe inesperado de timón, todos nuestros planes pueden deshacerse como un castillo de naipes.
Cuando empezamos este blog, éramos tres sus, digamos, titulares. Cada uno parecía tener su cometido y su estilo propio, cada uno se apoyaba en los demás, confiando ciegamente en su pericia. Y así, los tres encarábamos el futuro con la rebeldía y la fuerza de tres jóvenes rockeros. Nada podía interponerse en nuestro camino.
Pero he aquí que la fatalidad vino a golpear de manera insospechada, haciendo temblar los cimientos de nuestra comunidad: NvN no da señales de vida, y la falta de pistas hacen sospechar lo peor.
¿Qué ha sucedido?
Los miembros restantes de los Hijos de Vandenberg, contritos, tratamos de esclarecer el misterio acudiendo a las explicaciones más probables atendiendo a la personalidad de nuestro camarada: un olvido de trasfondo etílico, un mal funcionamiento del ordenador (también con trasfondo etílico), un lavado de cerebro por parte de alguna secta (evidentemente con trasfondo etílico) o la sustitución en plena gira del guitarrista de Dare (lo que solo podría explicarse con un trasfondo etílico). Sin embargo, aun negándola, la verdad resuena en nuestros corazones con su fatídico eco. Y pese a nuestras reticencias, ¿qué clase de hombres seríamos si no la enfrentáramos? ¿Es que acaso son los Hijos de Vandenberg alguna clase de cobardes?
En absoluto.
Los hijos de Vandenberg nos destacamos por nuestra valentía. Por la fuerza que nos impulsa a enfrentar con la cabeza alta las situaciones más funestas. Y esta podría ser la peor de todas ellas, por tanto, la que más valor requiera. Porque es innegable que la desaparición de NvN se debe a un ataque deliberado de los enemigos de Vandenberg. Son muchos los que quieren su ruina (todo apunta a cierto cantante ya entrado en años y fama inmerecida). Y no es difícil imaginar que nosotros, como defensores inquebrantables de la Verdadera Palabra, nos hemos erigido como blanco de los enemigos de la verdad y la buena música.
Pero desde aquí proclamamos nuestra resistencia.
No nos detendrán. Seguiremos iluminando al mundo y transmitiendo nuestro mensaje. Que esto va de Rock y de lo que nos de la gana.
Alzad conmigo las copas y gritad: ¡Por Vandenberg! ¡Por NvN!
No lloréis, amigos. NvN volverá sano y salvo a nosotros. Sawwyer y yo nos encargaremos de ello aunque debamos desatender por un tiempo nuestras obligaciones hacia este blog.
NvN, estés donde estés, tranquilo.Hay un banco reservado en tu honor en Valhalla.