Demasiado Tiempo Libre III. Un Nuevo Día.

Hacía ya mucho tiempo que no me consideraba un sufridor. Había empezado a disfrutar de la vida y soy bastante feliz con todo cuanto me rodea. Y sin embargo, cuando veo la lista de mis gustos, invariablemente me pregunto: ¿me empeño de alguna manera en destruir mi dicha? ¿Hay alguna pequeña parte de mi que persiste y lo hará siempre en regodearse en los imposible? Me gusta una música que es, en su mayoría, marginal. Soy seguidor del Betis. Soy profesor de secundaria. Y para colmo de males, ¡soy fan de Spider-man! Y si esto último no es un rasgo claro de autodestrucción, que baje dios y lo vea...
Después del fiasco que supuso “One More Day” (y que tuvo su pertinente sección), este mes ha caído en mis manos el siguiente episodio en la vida del que NvN llama “mi novio arácnido”: Un Nuevo Día. El amanecer tras el pacto de Peter Parker con Mefisto.
Uno juraría que, siendo fan de Spider-man, aquello había sido suficiente para no comprar nunca más sus aventuras. No en vano, recuerdo que hice la solemne promesa de dejarlo cuando terminara el One More Day (y Sawwyer se acordará de ello). Pero mis promesas solemnes suelen tener el problema de que son hechas en caliente. Y cuando me enfrío, ya no tienen validez. Vamos que me puede la avidez de fan. Así que piqué con Un Nuevo Día.
Y lo peor de todo es que me gustó. Al menos relativamente. Vayamos por partes.

Como tebeo en si, Un Nuevo Día es divertido, entretenido y muy bien realizado. Es el paradigma del comic de Spider-man. El arte de Steve Mcniven es espectacular (con un toque a Ross Andru, por cierto). El guión de Dan Slott es ágil y rápido. Sin fisuras. Presenta muy bien la nueva situación de Peter Parker, al nuevo villano (muy intrigante, por cierto) y al elenco de secundarios del cómic. Y es que, lo mejor del comic es que vuelve a recuperar la principal característica de los tebeos del hombre araña (y que hay que reconocer que se había perdido en los últimos tiempos): el mayor peso de la vida de Peter, de su trabajo y sus amigos, que de Spider-man. Además, aquella siempre debía estar interferida por esta. Y eso, en esta historia, se ve a la perfección. De hecho creo que, al igual que sucedía con Spider-Man 2, es un punto de partida ideal para comenzar a seguir al personaje.

El nuevo enemigo. El malvado...ejem (intentad no reiros demasiado, que el hombre tiene su orgullo)...¡Señor Negativo!

Peter con sus amigos, Harry "no estaba muerto, estaba en Europa" Osborn incluido.

Por otro lado, sin embargo, está el peso de la historia anterior. Durante todo el comic me encontraba a mi mismo esperando que en cualquier momento apareciese Mary Jane y que Peter se comportara como el hombre maduro que era. Sin embargo, lo que nos encontramos es un Peter Parker que ha vuelto a la soltería, a los 25 años y, lo más importante, a no saber que hacer con su vida. Eso no sería necesariamente malo si no fuera porque el Peter Parker que vemos aquí no se corresponde con el que hemos conocido durante décadas: es inmaduro, irresponsable, egoísta y caradura (¿Peter aceptando dinero de Harry Osborn? ¡Por dios!). Esperemos que solo sea un punto de partida sobre el que desarrollar las historias y al personaje en si, porque se hace muy difícil empatizar con él. Esas características están muy bien si eres un adolescente, pero en el comic se recalca sin cesar su carácter adulto. Entonces es directamente patético.



Peter "niño de mamá" Parker siendo despertado por su Tía y pidiendo su ración diaria de tortitas. Todo un adulto, si señor...

En conclusión, un comic divertido y bien hecho que se puede disfrutar mucho si no eres un fan cascarrabias. Yo me considero un fan, no cascarrabias. Y como tal, voy a intentar disfrutar de esta nueva etapa mientras sean comics bien hechos. No en vano, sigo teniendo (venga, todos a coro) demasiado tiempo libre.